Claves para una vida en pareja plena

02.01.2018

La pareja es uno de los temas que más felicidad o infelicidad causa. Vivimos en una sociedad en la que gran parte de tu desarrollo personal se va a construir alrededor del constructo de vida en pareja.


Vivir con otra persona es un camino, una opción, no un punto de llegada ni un objetivo.

Para algunas personas la pareja es una oportunidad para dejar de ser un@ mism@ y acaban practicando el "lo que tu quieras, lo que tu digas", en cambio para otros la vida en pareja es una oportunidad clara de desarrollo personal ¿Cuál es tu caso?

¿Estás enamorad@ o necesitad@?

Es posible que estés confundiendo deseo con necesidad. Si tu necesidad de sentirte querido es mayor al deseo de amar puedes estar persiguiendo un anhelo interior que solo tu mism@ puedes darte, corriendo el peligro de enamorarte de un ideal, más que de la persona que tienes delante. Otras personas "utilizan" el deseo de amar para sentirse queridos.

Aquí es clave guardar un equilibrio. Cuantas más carencias tuyas esperas que tu pareja cubra, mayor dependencia generas. ¿Y la dependencia es amor? Por desgracia, muchas personas piensan que si basándose en mitos culturales sobre el amor. Algunos de estos mitos que conviene que te cuestiones son:

  • Si hay amor no necesito nada más.
  • El verdadero amor es incondicional. Existen límites como el respeto o la dignidad y este aspecto es fundamental porque cada vez hay más gente dispuesta a morir literalmente por su pareja.
  • El amor es para siempre.
  • La separación es un fracaso "Tras 8 años de relación hemos fracasado". En lugar de pensar en que la mayoría de estos 8 años habéis sido felices.
  • El amor es adivino "Si me quieres sabrás que necesito"

La creencia en estos mitos dificultará una relación con tu pareja plena. Pero entonces ¿Para qué vives en pareja o porque quieres tener una pareja? ¿Para que vivir con otra persona?

Algunas de tus razones pueden ser: para sentirme acompañado, para forma una familia, para tener sexo, para no estar sol@, para hacer cosas con alguien, para sentirme amad@, para dar significado a mi vida...

Ahora contesta a esta pregunta ¿Es suficiente cualquiera de estos motivos para vivir con mi pareja?

Si tu respuesta es si, por ejemplo "Si, para sentirme acompañado" pregúntate entonces ¿Para qué quiero sentirme acompañado?

La respuesta a esta pregunta es primera motivación para vivir o querer vivir en pareja, en el sentido en que vivir en pareja es un medio para adquirir un sentido. Si lo que buscas es felicidad, paz, plenitud...la pareja no es todo eso, sino uno de los caminos posible para conseguir dicho fin.

La creencia entonces en otros valores, pueden guiarte mejor en el amor:

-Solidaridad: Diferenciar entre estar fusionados y estar unidos. Se está unido cuando ambos respetáis las diferencias y los espacio del otro. Existe amor cuando existe un ritmo entre estar juntos y estar separados. Estar siempre juntos es fusión, dependencia, porque ninguno de los dos consigue satisfacer sus necesidades afectivas individuales estando con el otro.

-Reciprocidad: Los dos aportáis por igual. Si esperas fidelidad, da fidelidad. Si quieres sexo, da sexo, si quieres respeto, da respeto... Si hay un desequilibrio en dichas aportaciones la pareja puede tener un problema. ¿Pides lo que necesitas? ¿Crees, de verdad, que hay un desequilibrio entre lo que das y lo que recibes? ¿Cómo esperas que el otro cuide de ti?

-Conciencia de pareja: ¿Tenéis conciencia de pareja, además de la conciencia individual de cada uno? ¿Habláis sobre vosotros y sobre vuestra relación, sobre lo que os pasa? ¿Dedicáis tiempo para desarrollar ese tercer ente que es más que la suma de vosotros dos? Hay muchas personas que invierten en desarrollo personal, pero en cambio no hay demasiadas que inviertan en terapia de pareja.

-Estar presente: No significa necesariamente estar juntos. Puedes estar en pareja, pero pasar la mayor parte del tiempo mirando a otro lugar (al trabajo, a una relación pasada, a una preocupación...) Estar presente significa escuchar al otro. No esperar que termine de hablar para empezar nosotros. Tratar de ver a quien tienes enfrente más que "luchar" para que sea otra persona diferente. Entender sus verdaderas necesidades, ver su presencia, pasar tiempo juntos de forma consciente y plena.

Las parejas felices han aprendido a dialogar, pedir, dar y consensuar, pero sobre todo cada uno de ellos ha aprendido a renunciar. A ceder una parte de su libertad e intereses al otro@ sin renunciar a su individualidad.

Feliz Viaje